martes, 2 de febrero de 2010

¿El gato asesino?




El gato que predice la muerte


Acaba de publicarse un libro sobre Oscar, uno de los gatos más enigmáticos de la historia.
Las características de este gato no son diferentes a las de ningún otro que conozcamos o hayamos visto. Es un gato común, sin raza especial, ni tan siquiera un pelo bonito. Lo que hace a Oscar especial es que es capaz de predecir la muerte. ¡venga ya¡, dirán muchos, otra tontería sobre los animales. Bueno, para los más escépticos habría que decir que sus “capacidades” han sido publicadas en el New England Journal of Medicine del 2007.
Resulta que Oscar fue adoptado en una residencia de ancianos y enfermos terminales por aquello de la terapia asistida por animales. Para que sirviera de compañía a los ancianos. Pronto empezaron a comprobar que en aquella cama donde Oscar pasaba la noche, el paciente en cuestión no volvía a despertar. ¿Un caso para Scotland Yard?, ¿Perry Mason y el gato asesino?. No, el pobre minino era totalmente inocente. Ni estrangulaba con la almohada, ni el beso de la muerte ni venenos en la comida. Lo que se descubrió fue que había adquirido la asombrosa capacidad de predecir la muerte de aquellas personas enfermas terminales. Sin errores. Una vez las enfermeras estaban convencidas de que una persona iba a morir en breve e intentaron que Oscar pasara la noche con ella, sin embargo, el gato rehusaba quedarse con esa persona y se subía en la cama del paciente de al lado. Este paciente murió mucho antes que el que las enfermeras creían que iba a morir. 50 casos confirmados, sin error. Imagino la fama que tiene que haber adquirido Oscar. “ ¡¡enfermera¡¡, saque al puto gato de mi habitación ¡¡¡”, “¡zaaape!” (¿cómo se dirá “zape” en inglés?)… zapatillazo contra la puerta. Es verlo pasar por delante de la puerta y los monitores empiezan a pitar y formar gráficas que ni un sismógrafo. Supongo que el gato habrá provocado más de una situación curiosa y habrá sido utilizado malévolamente por algunos compañeros de juego para vengarse de la partida en la que perdieron hasta la dentadura postiza. “Mira Oscar, mira que latita de comida tan rica te he puesto en la habitación del Demetrio, anda búscala, ya verás como no me vuelve a cortar con el pito doble”.
También los familiares habrán visto una vía rápida para acelerar los trámites del notario y poder cobrar la herencia de la abuela. “abuela, fíjese que gato tan bonito le hemos traído, la compañía que le va ha hacer”. “¿no será el hijo puta del Oscar?, ¡¡ me cago en la madre que os va a parir ¡¡, voy a dejarle el piso al enfermero que me hace la rehabilitación y los cuartos me los pienso gastar en el bingo, desgraciaos ¡¡¡.
Pobre gato, ya de por sí estas criaturas tienen su leyenda negra y han sido despreciados y vilipendiados en nuestra cultura judeo-cristiana, (que no así en la china, en la que tienen otras utilidades) para que encima adquieran esa fama.
Pero por si las moscas, no durmáis con un gato si os encontráis mal.